Por Gabriel Sánchez Sorondo 18-01-2022 | 20:35 Lo inmersivo como formato es relativamente nuevo: como lenguaje, en cambio, tiene la edad de la especie humana. Imaginemos “entrar” a un cuadro: perpetrarlo en su dimensionalidad, estirar el brazo hacia su fondo, quizás mirar hacia arriba y ver su cielo, o deambular por entre sus cavidades. De eso se trata, muy a grandes rasgos, la experiencia inmersiva lograda mediante recursos tecnológicos. La modalidad ya se aplica a ciertas colecciones museísticas u obras en particular, ofreciendo esa inmersión visual-espacial que suele involucrar el agigantamiento de determinados lienzos e incluso piezas escultóricas. Goya VER VIDEO Claude Monet VER VIDEO De París al DF y de Ámsterdam a Buenos Aires El espíritu de la idea late desde hace siglos. Ya Claude Monet con sus nenúfares apostó a exponerlos integrándolos a un espacio circular y así lo hicieron los curadores de la muestra que exhibe sus óleos en las salas del Musée de l´ Orangerie, en París, donde el espectador queda rodeado y contenido entre violáceos y amarillos. Pero la tecnología ahondó en la idea del francés y la llevó más allá con una muestra que desembarcó hace poco en el país azteca. Da Vinci Experience VER VIDEO Relacionadas Frida, Van Gogh inmersivo, realidad aumentada, arte argentino y aniversarios: lo que trae el 2022 Ya se vendieron 50 mil entradas para la primera muestra inmersiva de Van Gogh Dos muestras inmersivas de Van Gogh llegan a Buenos Aires casi en simultáneo Arte con Inteligencia Artificial Una exposición inmersiva en FOLA apuesta a lo sensorial y se sube a una tendencia internacional PROA abre sus puertas con una experiencia inmersiva donde el hilo conductor es el sonido La obra de Goya recorrerá museos de todo el mundo como experiencia inmersiva La muestra "Paisaje" propone una experiencia artística inmersiva y online Meet Van Gogh VER VIDEO : una muestra envolvente, con obras agigantadas y en movimiento, proyectadas de piso a techo. Con 50.000 entradas anticipadas ya vendidas, Buenos Aires se posicionó como la ciudad record de venta previa para esta exhibición, informó hace poco el empresario de raíz rockera, Daniel Grinbank, productor local de la iniciativa. Imagine Van Gogh VER VIDEO , otra muestra inmersiva sobre el mismo autor, en Parque Norte. Esta actividad fue programada para Argentina por el propio Museo Van Gogh de Ámsterdam, cuyo titular actual es el sobrino de Theo, quien fuera, a su vez, hermano, administrador, mecenas y heredero de la obra de Vincent. Acerca del “aura” de la obra y la inmersividad como soporte El filósofo Walter Benjamin dejó entre otros ensayos un texto que motorizó la llamada Escuela de Fráncfort, especializada en estudios sociales. “La obra de arte en la era de su reproductibilidad técnica” introduce el concepto de “aura” en la obra de arte y sanciona su pérdida a partir de la irrupción de la mass media, que anularía, desde esa visión, el sentido cultural intrínseco de una pieza única en sí misma. Para Benjamin, la obra reproducida en serie pierde el carácter irrepetible vinculado a un aquí y ahora de su concepción. El debate, que podría abarcar el cine, la imprenta y otros territorios, recobra vigencia a la luz de nuevas tecnologías: mapping, hologramas, virtualidad en general, operan en la obra abriendo un canal de multiplicación potencialmente distorsivo. ¿Corremos el peligro de virtualizarlo todo hasta abrazar solamente substituciones, reproducciones seriadas, sucedáneos, premios consuelo? En la medida en que los desarrolladores "inmersivistas" de obras ya existentes las intervengan, combinen o reformulen, habrá voces críticas. Cuando ubicarnos en el vientre mismo de la obra implica hacerlo, en realidad, dentro de una edición de gigantografías, montajes, animaciones y otros condimentos tendientes a un "consumo amigable”, la experiencia podría bastardear su objeto ; desdibujarlo, a medida del necesario éxito comercial exhibitorio. Este mismo debate se da en otros géneros que cambian al cambiar sus soportes: Spotify, por ejemplo, dinamitó el concepto de long play –lado A, lado B, disco doble, arte de tapa, letras impresas, etcétera– priorizando el éxito de un “hitazo” aislado en desmedro de las narrativas musicales articuladas: discos que fluctuaban en climas específicos trazados por sus autores, buscando la misma linealidad que propone, por ejemplo, una novela. Si la tecnología inmersiva incidirá análogamente en la plástica consumada y también por consumarse a futuro, todavía no lo sabemos, pero la discusión ya existe.
Los pioneros de la inmersividad Desde el bíblico Jonás, compelido a habitar tres días en una ballena, ciertos interiores fascinan: encierran, pero también contienen y hacen eco con algo de las profundidades propias, asociables al útero, a la matriz, a la confortable prenatalidad. No pocos artistas conectaron esa pulsión y plasmaron antecedentes directos de lo inmersivo, aun previo a las nuevas tecnologías. A esto llamamos “arte inmersivo” per se; es decir, la idea original, muy anterior al soporte digital, el sistema que hoy puede pasear colecciones por el mundo sin el transporte material de las obras. James Turrel Lights VER VIDEO Sumergirse en el tacto Asociamos lo inmersivo prioritariamente a lo visual pero ¿Por qué no lo táctil? El venezolano Jesús Rafael Soto (1923-2005) planteó muy tempranamente, en 1970, un tipo de obra que respondía a esa apuesta: los “penetrables”. Jesús Rafael Soto VER VIDEO Capturar la lluvia En la tónica de las tecnologías inmersivas aplicadas no para la reproducción sino para la propia creación artística se inscribe el “Rain room”: una experiencia centrada en la interacción del visitante , quien queda materialmente envuelto en agua, pero sin mojarse. RAIN ROOM VER VIDEO La instalación –diseñada con el apoyo de la Fundación de Arte de Sharjah asociada al Museo de Arte de Sharjah, en Emiratos Árabes– pasó en 2021 por el MoMA y el Barbican de Londres y fue reconocida por la crítica como el Cénit mismo de la inmersividad. Casa tomada y Astor Piazzolla: inmersiones argentinas en 2022 Además de las dos que traen la obra de Van Gogh, en febrero y marzo de 2022, Buenos Aires es sede de otras experiencias en formato inmersivo durante el año. El Centro Cultural Kirchner extiende hasta marzo su homenaje audiovisual a Astor Piazzolla , con capítulos inmersivos que narran lo biográfico. En abril, en el Museo Nacional de Arte Decorativo, la muestra cortazarianamente bautizada "Casa tomada" -retrospectiva de Gaspar Libedinsky- anticipa el uso de técnologías inmersivas que avanzarán tomando espacios, en analogía con el relato del escritor argentino, sobre distintas salas del Palacio Errázuriz. El pogo más grande del mundo, pero en soledad La tan mentada inmersividad, se ha dicho, es hermana de la realidad virtual y ofrece puntos de contacto interesantes para vislumbrar lo que vendrá, por ejemplo, desde el cine. "Vanilla sky" –film de 2001 y de avanzada en lo que a virtualidad refiere– ofrece entre otras potentes secuencias la de un holograma de Johnn Coltraine tocando en el living de cierto millonario. Holograma Coltraine VER VIDEO Capilla Sixtina: volumetría arrancada al plano por la mano milagrosa de Miguel Ángel. Arte en las manos Hay precedentes conceptuales y materiales de arte inmersivo desde el origen de la especie. La cueva-hogar del paleolítico lo fue, en tanto sus paredes prestaron un lienzo natural para plasmar reconocimiento, la palma de la mano como primera identidad proyectada, los deseos: el fuego, la presa, el alimento. Del cavernario al renacentista, la Capilla Sixtina encarna lo inmersivo en su evolución técnica unos cuantos milenios después. Nuevos dispositivos: andamios, luz natural a través de cristales, cal, arena, pigmentos. "Yo no soy pintor, soy escultor", protestaba Miguel Ángel. Era cierto; esa volumetría arrancada al plano le da la razón. Esculpía pintando. Y anticipaba otro efecto inmersivo. Altamira: el primer escenario inmersivo conocido de la expresión humana. Los recursos técnicos, en definitiva, siguieron –y seguirán– creciendo en la inmersividad incorpórea ilimitada: terrirorio fértil para el arte, representación que no cabe en el cuerpo y, sin embargo, nos rodea. Etiquetas: Claude Monet Vincent van Gogh Miguel Ángel Capilla Sixtina Leonardo Da Vinci artes plásticas Cultura Digital plataformas digitales digitalización Centro Cultural Kirchner (CCK) Museo Louvre Ástor Piazzolla Centenario de Ástor PIazzolla MOMA Cueva de Altamira arte artista plástico escultura tecnología arte inmersivo exhibición Daniel Grinbank The Rolling Stones México Ciudad Autónoma de Buenos Aires Amsterdam Julio Cortázar cine museos Goya 3D tecnología 3D Museo Nacional de Arte Decorativo Londres París Nueva York HOLOGRAMA Johnn Coltrane Audio
Fuente: telam